Un escudo para pacientes y familias ante la interrupción de la terapia

La inesperada enfermedad grave o el fallecimiento de un terapeuta es una eventualidad que, aunque dolorosa, debe ser contemplada. Estas situaciones pueden generar una profunda angustia en los pacientes, quienes ven su tratamiento interrumpido abruptamente y pueden experimentar una sensación de abandono. Para mitigar estos efectos y proteger tanto a los pacientes como a los seres queridos del terapeuta, la creación de un testamento profesional es una medida ética y práctica de vital importancia.

Un imperativo ético con desafíos comunes

El Código de Ética de la Asociación Americana de Psicología (APA) es claro: los psicólogos deben planificar la continuidad de sus servicios ante cualquier interrupción imprevista. Sin un testamento profesional, los pacientes quedan en el limbo, y la familia del terapeuta se enfrenta a la abrumadora tarea de gestionar un cierre de consulta sin una guía clara.

Sin embargo, a pesar de esta obligación ética, una parte significativa de los terapeutas (se estima que el 68%) aún no ha redactado un testamento profesional. Las razones son variadas, pero a menudo incluyen la procrastinación, la ansiedad que genera pensar en estos escenarios y la falta de orientación sobre cómo abordarlos. Un obstáculo común es encontrar un ejecutor de la consulta, la persona de confianza que se encargará de seguir las instrucciones del testamento, ya que muchos profesionales no desean «cargar» a colegas o amigos con esta responsabilidad. Experiencias como la de Robyn Miller, quien asumió esta tarea para una amiga gravemente enferma, demuestran que ser ejecutor no es una simple labor administrativa; es un proceso exigente, tanto en tiempo como emocionalmente, que implica comunicaciones delicadas y la gestión de derivaciones cruciales.

Componentes clave de un testamento profesional y su impacto real

Un testamento profesional efectivo es un documento detallado que aborda múltiples facetas del cierre de la consulta. Es crucial que incluya instrucciones claras y precisas para garantizar una transición suave y ética.

Un testamento profesional debe incluir:

• Comunicación con los pacientes: Cómo informarles sensiblemente sobre la situación y la interrupción de los servicios.
• Confidencialidad y acceso a registros: Métodos para proteger la privacidad del paciente, contraseñas para expedientes electrónicos y pautas para la destrucción de registros obsoletos.
• Derivaciones: Sugerencias de profesionales alternativos para que los pacientes puedan continuar su tratamiento.
• Aspectos comerciales: Gestión de facturas, notificación a juntas de licencias, seguros de mala praxis, landlords y otros detalles administrativos.

Historias que resaltan la urgencia de la planificación

Las experiencias reales de profesionales como Ben Rutt y Dale Blunden subrayan el caos y el estrés que se pueden evitar con una planificación adecuada. Tanto Rutt, al enfrentar la inesperada muerte de su hermana terapeuta, como Blunden, al lidiar con el fallecimiento de una colega, se vieron obligados a improvisar, lidiando con la dificultad de acceder a expedientes, gestionar asuntos financieros y comunicar noticias devastadoras. Estas situaciones no solo impactaron profundamente su propio duelo, sino que también pudieron haber afectado la continuidad de la atención a los pacientes. La experiencia motivó a Blunden a digitalizar sus registros, reconociendo la enorme ventaja que esto representa para un futuro ejecutor.

La APA facilita este proceso, ofreciendo un modelo de testamento profesional que sirve como un excelente punto de partida. Al igual que Lisa Harris, quien preparó su testamento profesional junto con su testamento personal, la previsión y la planificación ofrecen una invaluable tranquilidad. Saber que, ante cualquier eventualidad, el bienestar emocional de los pacientes está protegido y que los asuntos prácticos serán manejados de forma ordenada, transforma el testamento profesional en una verdadera forma de seguro para la seguridad y el cuidado de quienes confían en el terapeuta. Es una muestra de profesionalismo y compasión que perdura más allá de la presencia física del clínico.

Este artículo es una traducción y adaptación de la publicación Protecting patients after a therapist’s illness or death escrito por Heather Stringer para Monitor on Psychology revista de la American Psychological Association en Junio del 2025.